Paganini
1989 / Klaus Kinski / Italia – Francia
Una película sobre la vida del virtuoso violinista Niccolò Paganini, quien tuvo una intensa vida llena de excentricidades y excesos. Un personaje al que se ha relacionado con un pacto con el diablo debido a la increíble técnica con la que tocaba el violín y que vivía entre la riqueza y la pobreza por su adicción al juego. Su gusto desmedido por las mujeres (muy jóvenes, de preferencia) fue la razón de varios problemas con las altas esferas ecleciásticas y judiciales de su tiempo.
La peculiaridad de esta película es que está escrita, dirigida y actuada por Klaus Kinski (quien también hizo de camarógrafo en varias ocasiones). El actor alemán fue muy conocido por su intenso estilo de actuación y su personalidad sumamente volátil.
Esta pelicula fue su proyecto personal, puesto que estaba convencido de que el paralelismo entre la vida de Paganini y la suya no era mera coincidencia.
Una película filmada en su totalidad con luz natural, que nos ofrece la muy particular versión que Kinski tenía de Paganini, donde nos hace hincapié en que la genialidad y la locura están muy relacionados, que el arte y la pasión siempre irán de la mano y que vivir más allá de las convenciones sociales requiere una personalidad compleja e intensa.
Llena de escenas eróticas (muchas de ellas editadas debido a la censura), esta película puede ser todo un viaje y hay quienes afirman que es una obra sumamente personal de Klaus Kinski, que debe ser vista para entender la genialidad de este actor.
Kinski filmó esta película junto con su esposa Debora Caprioglio y su hijo Nikolai Kinski, lo que nos regala la ternura e inmenso amor que tanto Kinski, como Paganini tenían por sus hijos, y la pasión desbordante del amor por la pareja.