Bettie Page
La reina del pin-up
Una chica sencilla originaria de Nashville, Tennesse. Bettie, era de esas poquísimas personas que no solamente se ganan la lotería genética, sino que tienen la trifecta. Bettie lo tenía todo: Belleza y voluptuosidad, gran inteligencia y sensualidad/sexualidad electrizante.
A los 19 años se casó con su novio de preparatoria, justo antes que él fuera embarcado a combatir a la Segunda Guerra Mundial.
Bettie se mudó a San Francisco y allí fue descubierta por una pequeña agencia de talento quien le consiguió una prueba para la 20th Century-Fox. Pero fue rechazada; No por su imagen, sino por su marcado acento sureño.
Con 29 años, una Bettie divorciada y en busca de una carrera como actriz y modelo llegó a Nueva York. Es aquí donde un fotógrafo amateur la descubrió, mientras Bettie tomaba el sol en la playa.
Este fotógrafo (Jerry Tibbs) envió las fotografías que tomó de Bettie al editor de varias revistas de pin-up. También fue el quien le sugirió usar lo que se volvería su icónico flequillo.
De inmediato Bettie se convirtió en una estrella dentro del círculo de revistas de “bellas” y pin-up. Unos meses depués ya estaba trabajando con Irving y Paula Klaw, quienes eran los mayores productores y distribuidores de fotos y películas con temática de burlesque, lencería y bondage.
La mayoría de las modelos de este tipo de contenido, no duraban más que unos meses. Los consumidores de las películas y fotografías se aburrían pronto, querían modelos nuevas.
Bettie desde el principio cautivó a todos, sus fotos se vendían rápidamente y los compradores exigían más y más contenido de ella.
¿Cuál era la magia de Bettie?
Lo primero que habría que recalcar era la increíble personalidad que tenía, siempre sonriente, siempre positiva, aún en las adversidades. Era de una naturaleza muy bien intencionada, siempre dispuesta a conversar y escuchar.
Bettie podía posar en obscuros y pequeños apartamentos, en un granero, en la playa, en el campo, en el bosque y jamás se quejaba de nada. Era una persona sencilla que congeniaba con todos y que disfrutaba enormemente lo que hacía: Modelar.
Aún cuando tuviera enfrente a 20 o 30 fotógrafos, siempre encontraba la pose, la expresión perfecta y el timming para todos y cada uno de ellos. Hubo quien dijo que era “imposible” tomar una mala foto de Bettie. Así de grande era su talento natural para posar.
Este mismo talento, la hacía capaz de pasar de una expresión dulce y tierna, a una sensual o abiertamente sexosa y de inmediato regresar a una sonrisa muy inocente.
Aunque profundamente religiosa, Bettie no veía la sexualidad con tabú o prejuicios y por lo tanto disfrutaba mostrar su arrolladora sensualidad. Mientras que a otras modelos tenían que convencerlas para desnudarse, Bettie lo hacía de la manera más natural, siempre disfrutando de poder modelar y simplemente dejaba fluír su sensual naturaleza. En pocas ocasiones los fotógrafos le daban indicaciones, ella era generalmente quien decidía las poses, aún las más audaces o atrevidas.
Bettie podía modelar por 10 o 12 hrs. seguidas sin que tuviera alguna queja. Y aunque estuviera muy cansada no lo proyectaba.
Ella diseñaba y confeccionaba la mayoría del vestuario que usaba en sus sesiones de fotos y siempre era una sorpresa la cantidad de ropa que llevaba, lo ajustado y revelador que eran sus conjuntos (tomando en cuenta la época).
Finalmente, Bettie tenía esa aura de sexualidad que puede cautivar la líbido y fantasia de los hombres. La mezcla perfecta entre la elegante y bella mujer, con una sexualidad abrumadora capáz de cumplir nuestras más perversas fantasías.
Lo más interesante de Bettie, es quizá la manera en que esta imagen de “Diosa Sexual” fue solamente una fase de su vida y aunque sus atrevidas fotos son sumamente conocidas, no son su único legado.
Actualmente la imagen de Bettie Page es venerada por muchísimas mujeres que han descubierto a través de conocer su historia, las grandes cualidades de su personalidad.
Independiente
Aún y cuando estaba rodeada mayormente de hombres mientras estaba desnuda, ella era la que tenía el control y nunca hubo alguna historia de abuso o violencia sexual hacia ella en estas sesiones fotográficas.
Ella decidía tanto su vestuario, como sus poses y si por alguna razón había alguien que intentaba propasarse, de inmediato se terminaba la sesión. Así que tenía total control.
En su vida privada era exáctamente lo mismo. Poca gente conocía de Bettie algo más que lo que veía en las sesiones de fotos, su vida personal era sumamente tranquila, con pocos novios, parejas o amantes y mucho menos amigas.
Resiliente
Aún cuando en su vida pasó por situaciones muy difíciles, las superó y siempre las vió desde el lado más positivo y al final de su vida las contaba con una sonrisa.
Seguridad en si misma
Si bien tenía una hermosa figura, era consciente de que no era perfecta o que había chicas más jóvenes con un cuerpo más lozano. Nunca se preocupó por esto y siempre proyectaba una actitud increíble en sus fotografías.
Afortunada y justamente el legado de Bettie Page es su carisma, actitud y personalidad que son reflejados en sus miles de fotos.
Cuando alguien decide hacerse un tatuaje de Bettie, no lo hace por el simple morbo de su cuerpo, lo hacen porque ella representa algo más para ellos. Es lo mismo cuando la gente compra el sinfín de coleccionables o cuelga en su hogar una de las cientas de obras de arte inspiradas en ella.
Esa sencilla chica de Nashville, logró trascender su voluptuoso cuerpo y arrolladora sexualidad para convertirse en algo mucho más.
Así como James Dean, Janis Joplin, Elvis Presley, John Lennon o Jim Morrison; Bettie Page es un ícono que representa alguna(s) cualidad(es) deseada(s) para cada uno de sus seguidores y es por esto que su nombre, su imagen y su hermosa sonrisa, estarán presentes muchos años más.